Y
con cada dibujo, con cada nuevo libro descubierto, con cada atardecer
visto desde un arbol, con cada susurro/beso que regalabamos a extraños,
con cada sensacion nueva que descubriamos y la compartiamos con nuestras
manos de niñxs, liberabamos al pequeño ser vigiliado por el mounstuo
adentro de nosotros, dejabamos salir al gato, a volar sin rumbo.
No hay comentarios :
Publicar un comentario